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Calladito ¡te ves más Bonito!

No puedes construir una red profesional si no te abres con tus colegas, pero al mismo tiempo hacerlo es algo delicado, porque revelar las cosas equivocadas puede tener un efecto devastador en tu carrera.

Compartir los aspectos correctos de ti mismo en una forma adecuada es todo un arte. Divulgar cosas que se sienten como una manera de construir relaciones en ese momento pueden terminar como un obvio "no" en retrospectiva.

El truco es cacharte tú solit@ antes de cruzar esa línea, porque una vez que lo haces no hay regreso.

TalentSmart ha hecho pruebas con más de un millón de personas y ha descubierto que las altas esferas del alto rendimiento están llenas de personas que tienen mucha inteligencia emocional (el 90% de los que tienen alto rendimiento, para ser exactos). Las personas inteligentes emocionalmente son hábiles en leer a otros, y esto les enseña que sí y qué no deben decir sobre ellos mismos en el trabajo.

La siguiente lista contiene las 12 cosas más comunes que las personas revelan sobre ellos mismo en los ámbitos laborales y que llevan sus carreras rápidamente por una dirección equivocada.

1. Que odian su trabajo

Lo último que alguien quiere oír en la oficina es a alguien que se está quejando de cuánto odia su trabajo. Hacerlo te etiqueta como una persona negativa, que no colabora en equipo. Esto baja la moral del grupo. Los jefes se dan cuenta rápidamente de los detractores que bajan la moral, y saben que siempre hay reemplazos muy emocionados esperando a la vuelta de la esquina.

2. Que piensan que alguien es incompetente

Siempre hay personas incompetentes en cualquier lugar de trabajo y hay muchas posibilidades de que todos sepan quiénes son. Si no tienes el poder de ayudarlos o de despedirlos entonces no ganas nada al anunciar su ineptitud. Hacer pública la incompetencia de tus colegas solo demuestra un inseguro intento de tratar de verte tú mejor. Tu insensibilidad se te regresará inevitablemente a manera de comentarios negativos de tus compañeros sobre ti.

3. Cuánto dinero ganan

Quizás a tus padres les encanta escuchar cuánto estás ganando cada mes, pero en la oficina esto solo alimenta la negatividad. Es imposible asignar los salarios con perfecta equidad, y revelar el tuyo le da a tus compañeros una medida directa para compararse. Tan pronto como todo el mundo sepa cuánto ganas, todo lo que hagas en el trabajo será considerado en contra de tu ingreso. Es tentador intercambiar la cifra del salario con un compañero por curiosidad, pero en el momento que lo haces ya nada vuelve a ser igual.

4. Sus creencias políticas y religiosas

Las creencias políticas y religiosas de las personas están demasiado e íntimamente vinculadas a sus identidades como para ser discutidas en el trabajo sin que ocurran incidentes. Diferir con las visiones de alguien más puede alterar rápidamente la fuerte impresión que otros tengan de ti. Confrontar los valores esenciales de otras personas es una de las cosas más insultantes que puedes hacer.

Es un hecho, diferentes personas tratan la política y la religión de manera diferente, pero reafirmar tus valores te puede alejar tan rápido de unas personas como intrigar a otras. Incluso traer a colación un tema mundial candente sin que sea siquiera una opinión enfática puede provocar conflicto.

Las personas construyen sus vidas alrededor de sus ideas y creencias, y menospreciar su opinión es algo riesgoso. Tienes que estar dispuest@ a escuchar sin adelantarte porque solo se requiere una mirada de desaprobación para que empiece un conflicto. Las opiniones políticas y religiosas están tan profundamente arraigadas en la gente que con atacarlas lo más probable es que seas juzgado antes de lograr que ellos cambien de opinión. 5. Lo que hacen en Facebook

Lo último que tu jefe quiere ver cuando entra a su Facebook son fotos de tu borrachera. Justo hay muchas malas maneras en que puedes parecer inapropiad@ en Facebook y dar una mala impresión. Puede ser lo que estés usando, con quién estás, lo que estás haciendo o incluso por los comentarios de amigos. Estas son pequeñas cosas que pueden provocar una sombra de duda en el pensamiento de tus colegas o jefes justo cuando están a punto de darte un gran proyecto o recomendarte para un ascenso.

Es demasiado difícil tratar de limitarte para que tus compañeros de trabajo no vean ciertas cosas de ti. No te compliques la vida y no los agregues como amigos. Que LinkedIn sea tu red 'social' profesional y deja el Facebook para todos los demás.

6. Lo que hacen en su cama

Ya sea que tengas una extraordinaria vida sexual o que esta sea un desierto, esta información no tiene cabida en la oficina. Tales comentarios pueden provocar las risas de algunas personas, pero a la mayoría los hace sentir incómodos e incluso ofendidos. Cruzar esa línea te dará instantáneamente mala reputación.

7. Lo que piensan que alguien más hace en su cama

Un 111% de las personas con las que trabajas no quieren saber que tú piensas que ellos son unos tigres en la cama. No existe una forma más segura de incomodar a alguien que hacerle saber que has tenido pensamientos sobre su vida sexual. Cualquier cosa desde especular sobre la orientación sexual de un compañero o hacer ciertos comentarios relativamente indirectos sobre el tema, siembran una semilla permanente en la mente de todos los que los escuchan que te hace ver mal.

Tus pensamientos son propios. Piensa lo que quieras de las personas, pero quédate eso para ti.

8. Que quieren quedarse con el puesto de alguien más

Anunciar tus ambiciones en el trabajo justo cuando entran en conflicto directo con los intereses de otras personas luce como algo egoísta e indiferente respecto a tu trabajo y a la empresa como un conjunto. Los grandes empleados quieren que todo el equipo triunfe, no solo ellos mismos. Independientemente de tus motivos actuales (algunos de nosotros solo trabajamos por dinero), anunciar tu meta egoísta no hará que la alcances.

9. Cuán alocados resultaron ser en la universidad

Tu pasado puede decir mucho sobre ti. Solo porque hiciste algo extravagante o estúpido hace 20 años no significa que las personas piensen que has cambiado desde entonces. Comportamientos que pueden calificar como regulares en la típica vida de las fraternidades (ebriedad, robos menores, manejar borrach@, abusos contra personas o animales, y así sigue la lista) muestra a tus compañeros que, cuando la situación es crítica, tienes un juicio pobre y no sabes hasta dónde poner los límites. Muchos presidentes han sido elegidos a pesar de sus indiscreciones en el pasado, pero a menos de que tengas un equipo que sepa manejar estas situaciones o publirrelacionistas que te protejan y que creen tu imagen, debes quedarte ese pasado indeseable para ti mism@.

10. Cuánto les gusta "enfiestarse"

Puedes pensar que hablar de cuánto te embriagaste en el fin de semana no tiene ni tiene ningún efecto en cómo te ven. Después de todo, si eres buen trabajador eres buen trabajador, ¿no? Desafortunadamente no es así. Compartir esta información no hará que los demás piensen que eres divertid@. Al contrario, te verán como alguien impredecible, inmadur@ y carente de bien juicio. Demasiadas personas tienen una opinión negativa del alcohol y las drogas como para que tú muestres cuánto te gusta regodearte en ellas.

11. Una broma ofensiva

Si hay algo que podemos aprender de las celebridades es a ser cuidadosos con lo que decimos y a quién se lo decimos. Las bromas ofensivas hacen que las otras personas se sientan terrible, y hacen que tú te veas terrible. Y tienden a ser bromas mucho menos divertidas que aquellas que son inteligentes.

Un chiste cruza la línea siempre que tratas de medir cuán apropiado es de acuerdo a la cercanía que tengas con alguien. Si hay alguien que se sentirá ofendido con tu chiste, mejor no lo digas. Nunca sabes a quiénes conocen o qué experiencias han tenido en sus vidas que pueden provocar que tu broma toque temas que ellos se tomen de una manera muy seria.

12. Que están buscando trabajo

Cuando niño le dije a mi entrenador de béisbol que me iba a ir en dos semanas. Por ese período de tiempo estuve en la banca. Y la cosa se complicó dos semanas después cuando decidí quedarme, me convertí en "el niño que ni quiere estar aquí". Me acabaron, pero fue mi culpa: comuniqué mi decisión antes de estar seguro de ella.

La misma cosa pasa cuando le dices a las personas que estás buscando trabajo. Una vez que revelas que planeas irte, te vuelves un desperdicio de tiempo para todos. Existe también la posibilidad de que tu búsqueda no sea exitosa, por lo que es mejor esperar hasta que encuentres un trabajo antes de decírselo a alguien. De otra manera, te quedarás en la banca.

Este texto fue publicado originalmente en The Huffington Post.

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