Pasar por Fuego
Resiliencia: “ En psicología, capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un accidente, etc”
“Es la capacidad que ostenta una persona o un grupo de personas y que le permitirá reponerse de una situación de mucho estrés o traumática, por ejemplo, un accidente, una situación de abuso, una tragedia natural, entre otras. Es decir, cuando a un individuo le toca pasar por alguna de estas circunstancias mencionadas y lo consigue hacer sin ningún tipo de contratiempo, aún más, sale fortalecido, más maduro y fuerte de lo que anteriormente era, entonces, se dirá que esa persona tiene resiliencia.”
Atravesar por una situación difícil, es un asunto más común de lo que pensamos. -Independientemente del conocimiento que se pueda tener ante cualquier clase de imprevistos,- siempre existe un factor de riesgo que se encarga de poner frente a nosotros y justo en nuestro camino, un suceso para el que no contamos con la preparación suficiente, que nos desestabiliza, que nos descontrola, y que nos pone en crisis.
En mas de una ocasión hemos sido testigos -si no es que hemos experimentado en carne propia- de los sucesos lamentables que se generan a partir de una situación traumática, y de los efectos tan diferentes que ese mismo evento puede tener en las personas que afecta y que logran sobrevivirlo.
Por qué hay personas que son destruidas, o mermadas en su comportamiento y otras que salen fortalecidas?
De que depende que una experiencia se convierta en un trauma, o en un aprendizaje?
Que tan grave debe ser el evento para que se convierta en un catalizador de conductas o actitudes?
Es necesario vivir una experiencia traumática para captar y entender el verdadero mensaje detrás de ella?
Según una ley fundamental de Física, “ A toda acción corresponde una reacción, de igual magnitud, pero en sentido contrario”
Esto no es un determinismo propiamente, pero deja muy claro el hecho de que todos los acontecimientos de los que somos partícipes o testigos, tienen una consecuencia. Y el verdadero valor de cada acontecimiento en particular, depende de la capacidad que tenemos de identificar, manejar, utilizar, aprender o elegir y aprovechar esa misma consecuencia.
La posibilidad de asumir que somos a la vez responsables y libres de elegir nuestras respuestas a cada estímulo es la primera, quizá la más difícil y definitivamente la mas importante de las armas que nos llevarán a convertir cada experiencia en conocimiento.
Así también influye otro factor importante que es: contar con la madurez emocional necesaria para identificar con absoluta certeza el sentimiento que se experimenta (temor, furia, miedo, etc) para poder trabajar a partir de él
El factor común en todo caso, desde mi punto particular, es conocerse y asumirse responsable cada uno de nosotros, de nuestras propias decisiones, pensamientos, emociones, -y todo aquello que crea nuestro entorno personal, esa burbuja que nos rodea, convive y afecta o es afectada por la de los demás-, con el objeto de dejar de llenarse de preguntas del estilo ¿por que yo? y ¿por que ahora?, y comenzar a buscar respuestas de tipo ¿para que? ¿cual es la enseñanza? ¿como evito que se presente de nuevo?
María Belón, una de las sobrevivientes al Tsunami de Tailandia, utiliza un ejemplo más dramático para explicar el punto: “Cada experiencia traumática, tiene el potencial de convertirse en el mas preciado regalo que te da la vida”